Por Carlos Castillo Barrio.
Los que hemos recorrido durante 25 años lo acontecido en los deportes yucatecos, quedamos sorprendidos por lo que he leído y anotado en libretas.
Hay quienes lo han hecho a su manera y se les cree ¿por qué? La respuesta es sencilla: nadie dispone del tiempo necesario para revisar lo escrito en los diarios locales y menos aún los guardados en La Habana (Biblioteca Nacional José Martí), Matanzas, Pinar del Río, todo en tiempos de los que todavía guardamos en nuestra memoria.
En Mérida, nuestros trabajos inician en el primer juego que tuvo lugar en lo que ahora es el parque del barrio de Santiago, luego al “Pablo González”, después “Itzimná”, en el Stadium, “Salvador Alvarado”.
Todo, gracias al apoyo brindado por el entonces gobernador del estado, profesor José González Beytia, quien nos brindó su amistad cuando jugábamos en la calle 25 de la colonia García Ginerés con pelotas de hilo, “tres rolas y un fly”, juego de tres bases” home en el centro de la calle y primera y terceras bases, en las aceras, formando un triángulo, seguiría el apoyo de la “Cervecería Yucateca” y su máximo líder D. Arturo Ponce G. Cantón que nos dio los más grandes espectáculos deportivos, apoyando a los “Leones” de Yucatán en su primera etapa, 1954-58 y en 1974 en que su hijo Arturito, después de adquirir de D. Manolo Barbachano Ponce, fue vetado y colorín colorado.
Años después se edificó el actual “Kukulkán-Álamo”.
Claro que hubo terrenos amateurs: Cuartel de Dragones, la Caballería, la Casa del Pueblo, la Inalámbrica, que llenaron nuestros ánimos y podemos asegurar que son cerca de cuarenta los escenarios desaparecidos ¿y de basketbol?, ni hablar.
Aquí lo increíble: en su edición del día 24 de Julio del año 1906, “La Revista de Mérida, da a conocer: “Por inconvenientes que se presentaron a última hora, no se efectuó anteayer como estaba anunciado, el desafío concertado entre los clubs de baseball “Victoria” y “Gigantes” en los terrenos del “Pablo González” por inconvenientes que se presentaron a última hora y que no fue posible vencer, sino en la hermosa quinta que tiene en Santa Ana, don Juan Berzunza”.
El juego resultó muy bonito, pues ambas novenas están compuestas por muy buenos players.
Hasta el tercer inning el “Victoria” no tenía más que una carrera por ninguna de su contrario, pero en este inning el valiente pitcher de la novena, el “Catalán” Zaldívar, dio tan soberbio batazo que consiguió meter a tres hombres que estaban en base y meterse él hasta tercera consiguiendo luego hacer también carrera. Desde ese momento la victoria estuvo de parte de los “Gigantes” que hicieron cinco carreras contra cuatro del “Victoria”. Durante el juego se hicieron notar sus buenas jugadas “El Catalán”, Juanes y José Cárdenas.
La concurrencia fue escasa, pero escogida.
Y nos preguntamos que como era posible que en una casa existiese un campo de beisbol, porque de un momento a otro no se pudo trazarlo y acondicionarlo.
Aquí un episodio desconocido en absoluto, pero que con gusto lo consignamos.
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