Por Edmond de Estrella
El 19 de octubre de 1981 era un lunes otoñal de esos que, mmm, bueno, era lunes ¿que podemos agregar? Pero a diferencia de otros, ése en particular tenía algo que lo volvía especial: había béisbol!!!
Claro que generalmente hay béisbol en octubre comentarán varios, y del bueno, dirán algunos más, pero este juego era especial. Se trataba del 5o y definitivo de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional entre los Expos de Montreal y los Dodgers de los Angeles (en aquel tiempo estas Series eran a ganar 3 de 5 juegos. El formato actual de ganar 4 de 7 se comenzó a implementar en 1985) y por razones climáticas y de logística se tuvo que jugar a mediodía allá en la fría Montreal
El duelo en el montículo era Ray Burris por los canadienses, quien había blanqueado a los Dodgers en el juego 2 efectuado en Los Angeles y por los azules el novato sensación Fernando Valenzuela… o mejor dicho, el protagonista de la Fernandomanía, un mote que fue exacto, porque ese año literalmente tuvimos una fiebre de béisbol generada este lanzador zurdo regordete, que tenía como la bola de tirabuzón como su arma principal y que en cada pitcheo levantaba los ojos al cielo como encontrándose con ese toque místico que lo rodeo durante gran parte de su carrera.
Por eso aquel lunes no se hablaba en la escuela de otra cosa que ver lo más que se pudiera del juego… era la antesala de la Serie Mundial, donde ya los Yankees de Nueva York esperaban rival, así había que salir temprano, no preguntar nada al maestro de la última clase y al sonar la campana estar preparados para correr rumbo a casa con mayor velocidad que la que Dave Lopes o Tim Raines lo pudieran hacer con sus novenas aquel día.
Así fue, escuchar el toque de salida fue el equivalente a un pitcher levantando el pie rumbo a la loma y salir corriendo a segunda base…. Llegamos en la baja de la 8ª entrada el juego empatado a 1 carrera.
Para la 9ª vino al relevo de Montreal su gran estrella Steve Rogers y cayeron rápidamente 2 outs, la tensión en aumento… En la narración televisiva estaban Antonio de Valdés y Fernando Von Rossum. Jorge “Sonny” Alarcón y Pedro “Mago” Septién se habían tenido que adelantar a NY para preparar todo lo relativo a las transmisiones de la Serie Mundial, así que el comentarista más reconocido del fútbol americano entró al quite junto al entonces bisoño Toño, que se encontraba cubriendo su primera temporada.
Vino al bat Rick Monday, zurdo con el número 16 y Von Rossum comentó que le veía parecido al bateador zurdo con el personaje Herman Munster (Protagonista de la serie de TV “The Munsters”) quien en un capítulo se enfunda en uniforme beisbolero y conecta un batazo de esos que nunca caen y remató diciendo: “ojalá le pegue igual, venga Herman Munster”… Vino el pitcheo y Mun.. perdón Monday, conectó el que fue quizá el batazo de su vida, un HR que puso a los Dodgers y por supuesto a Fernando Valenzuela, arriba en la pizarra por 2 a 1.
La emoción, los gritos de alegría en casa, en las casas eran al unísono y no había duda que el Zurdo Prendía la Pasión Deportiva, y vaya que se estaba disfrutando este triunfo, que además por el horario era visto por gran parte de la familia que estaba en la hora de la comida, pero en ese momento los alimentos quedaron de lado para presenciar el duelo.
Ya no salió Fernando para la 9ª, cierto desencanto, pero Bob Welch relevó y lo hizo de forma hermética para preservar el triunfo Angelino y con ello el pase a la Serie Mundial. Las sonrisas surgieron en la Ciudad, no tengo duda que aquel fue uno de los días más alegres, al menos de la colonia Narvarte que era la que habitábamos y como no, si nuestro gran héroe había vuelto a triunfar en un duelo importante y sacaba a flote a su equipo para llevarlo a la máxima instancia, donde también tendría historia que contar, pero esa la dejaremos para más adelante.
Eso fue hace 35 años y este miércoles 19 se escribirán una nueva página en el deporte mexicano y particularmente en el béisbol, cuando Julio César Urías y Marco Estrada suban a la loma de pitcheo para buscar la victoria de Dodgers de Los Angeles (una vez más los Dodgers) y Azulejos de Toronto, respectivamente. Pero no solo ellos estarán en el diamante, también Adrián González jugará en LA y probablemente Roberto Osuna, el cerrador estelar de los canadienses verá acción, buscando cada uno hacer lo mejor para sus novenas y con ello contribuir, como Fernando en el 81, a continuar el camino rumbo a la Serie Mundial.
No será sencillo, porque frente a Urías y González estarán los superlíderes Cachorros de Chicago (John Lackey), en tanto que Estrada y Osuna enfrentan juego de eliminación ante los Indios de Cleveland, pero seguros estamos que en ambos casos por esfuerzo y trabajo no quedará y que veremos nuevamente a peloteros mexicanos, felizmente no uno, sino 4, Prender la Pasión por el Deporte en estas Series de Campeonato que siempre traen consigo actuaciones épicas, heroicas, que como en el caso de Fernando Valenzuela, trascienden al tiempo.
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