Por Jesús Alberto Rubio.

¡Y llegó el triple!: Adrián González se llevó su segundo Bate de Plata en MLB; el primero ocurrió en el 2011 cuando jugaba con los Red Sox.

El primera base de los Dodgers conectó para .276, con 27 bambinazos, 163 hits y 116 impulsadas durante la campaña.

Una semana redonda: primero el lunes se convirtió en el cuarto beisbolista en ganar el Premio Nacional de Deportes y al siguiente día fue elegido como el mejor primera base a la defensiva en la Liga Nacional y por consiguiente se llevó el Guante de Oro.

¡Felicidades, Adrián!

Horribles uniformes

No se puede negar y menos ocultar: Hay dos temas que están en boca de la mayoría de los aficionados del béisbol profesional: la publicidad en los uniformes y los despidos –a las primeras de cambio— de los mánagers.

Del primero, muchas veces he puntualizado lo horrible que se ven los uniformes tapizados de logos publicitarios, aspecto donde al parecer el jugador no tiene porcentaje económico alguno por ese concepto.

Siempre he cuestionado la poca “inteligencia” de los “mercadólogos”/publicistas y la política de las franquicias por no tener una mejor idea o estrategia de cómo allegarse de algunos pesos más para sufragar los gastos de los equipos, sin que se sacrifique la imagen del pelotero y por ende del espectáculo.

Como comunicador, sin estudios en mercadotecnia y publicidad, el sentido común me hace ver y sentir que hay otras formas de conseguir recursos sin tener necesidad de tapizar al jugador como si fuese un payaso del béisbol.

En el segundo tema, en efecto, en una temporada de corto rol, donde se quieren resultados positivos y donde las “malas rachas” definitivamente no se aceptan, las cabezas de los mánagers penden siempre de un hilo.

Sobre estos temas, le ofrezco dos posturas/opiniones del todo valederas:

MIGUEL ORTEGA:

Jesús: Hace unos días, se colmó mi recipiente del asombro, al ver en el peto de un catcher de la LMP un comercial de Coppel y de inmediato saltó la siguiente reflexión:

Si en los ocho equipos de la liga existen especialistas en mercadotecnia, no deben de ser muy brillantes, cuando sólo se les viene a su cabecita, dos ideas: la primera, atascar todo lo que se pueda en los parques, de publicidad y segundo que le han dado en la torre a la belleza de un uniforme de béisbol, en algunos casos de hasta 12 comerciales solo en el frente del jersey y esto solo se le puede llamar falta de respeto a los aficionados, que al fin y al cabo aguantan todo.

Hace muchos años, recordando al desaparecido parque Álvaro Obregón, casa de los Yaquis en la LMP, solían mis padres llevarme al beisbol y el club, hacia negocio con unos cojines de algodón, para proteger al aficionado de la dureza del concreto de las gradas, de esto hace más de 50 años, ahora en la misma ciudad y con la misma gente (como dice JUANGA), los aficionados de los Yaquis se siguen sentando en el frio, o caliente concreto de las gradas laterales del Tomas Oroz Gaytán, casa de los mismos Yaquis, con todo y el tricampeonato. Con afecto

BERNABE LÓPEZ PADILLA:

Tiene razón el Dr. Rodríguez Candila: los directivos deben rendir cuentas a la afición.

Eso de que es más fácil correr a uno que a todo el equipo, sólo es una disculpa.

Generalmente es uno, el que empieza la grilla en un equipo y ese va sumando gente hasta que corre al manager.

Ojalá que los managers corridos reciben su sueldo de toda la temporada, por lo menos así los directivos dejan de ser menos injustos.

Si filosofamos un poco, lo lógico sería correr primero al directivo que contrató al manager, ese es el primer error, ya que se supondría que el manager no era tan capaz como se requiere; y en el caso de Matías obviamente que sus calificaciones son buenas y más allá.

Es evidente que hubo algún choque entre Matías y un directivo, ya que el equipo es casi el mismo del año anterior y en todo caso, un disgusto con un pelotero luego se sabe.

Lino Rivera es bueno, cierto, pero ¿por qué darle trabajo a un extranjero cuando hay varios managers mexicanos sin trabajo? Sólo por nombrar a uno: Alfonso “Houston” Jiménez es tan bueno como Lino. Y si le buscas encontrarás a muchos.

Y no digo lo que declaró una vez el “Papelero” Valenzuela, respecto a eso, porque le atizarían fuego al veterano, pero tuvo razón, muchos directivos se enamoran de los extranjeros y creen que traen la varita mágica, pero ya el “Chino” Ley les puso la muestra, contrató a un mexicano y corrió a Lino.

En una ocasión los Cañeros perdieron varias series seguidas y don Emilio Ibarra Almada reunió al equipo y les dijo: Muchachos, quiero decirles que en este equipo sólo Memo Garibay y yo tenemos seguro el puesto, ustedes no están jugando para ganar, se les ve desganados, así voy a estar yo para contratarlos de nuevo la temporada que viene y entonces me fijaré en lo que hicieron aquí no en sus equipos de la Liga Mexicana.

Una semana después Carlos Villa salió del equipo y llegó Natas García, luego llegaron José Peña, Berzunza, Jungla Salinas, Bronco Rosales, y hasta el bat boy andaba más activo; y es que tronó la Liga Invernal Veracruzana y decenas de peloteros quedaron sin chamba y baratos fueron contratados en la liga Invernal de Sonora.

Nuestro pesar por "el Coyote del Macapule", que al parecer ya se está acostumbrando a que lo corran.

LUIS ELOY RAMÍREZ CABRERA:

Interesante el dato que aporta el amigo y tocayo Luis Dorticós en el que reafirma mi opinión muy personal de que los casos en que un fildeador siendo el que más errores comete y es el último o penúltimo en PCT. de fildeo gana un Guante de Oro son muy pocos.

En lo que difiero es en su análisis del promedio de doble matanzas y asistencias sobre Total Chances del “Zorro” Versalles. Esto porqué para aquel años - anteriores y posteriores hasta la década de los 2000- esas fórmulas no existían para las estadísticas oficiales, fue con los años que se hizo la titánica labor de aplicarlas a todos los registros de los jugadores sin importar la época.

Los coaches y managers quienes deciden quien se lleva un Guante de Oro, sin menospreciarlos, también dificulto entren en esas abstracciones sabermétricas.

Cuando Zoilo Versalles ganó sus 2 GG, quien realmente lo merecía era un señor llamado Luis Aparicio, quien junto a "Ozzie" Smith y Omar Vizquel conforman la triada de mejores campo-cortos defensivos de la historia. ¿Alguien lo duda?

En su tiempo - por lo menos mientras su columna se lo permitió-, Versalles fue ofensivamente el shortstop más espectacular, un bateador de dobles, triples y jonrones que podía además robar bases. Su juego deslumbrante lo llevó a un M.V.P, algo que sucedía muy poco con los que juegan la posición 6 antes de la infame era de los esteroides. Ese juego, sin duda, le dio votos por sobre sus pifias defensivas y en consecuencia el GG. Infelizmente, Versalles brillo como una estrella fugaz y su declive y retiro a causa de su columna, ocurrió antes de los 30 años.

Mi pregunta-reflexión a la hermandad es, Brooks Robinson, los mencionados Smith, Aparicio y Vizquel, Roberto Alomar, Mark Belanger, Mike Schmidt, Cesar Cedeño, Roberto Clemente, Willie Mays, Ryne Sandberg, Keith Hernández, Paul Blair, David Concepción, Cesar Cedeño, Cesar Gerónimo, Jim Edmonds, Yadier Molina, sólo por nombrar algunos ¿ganaron tantos Guantes de Oro siendo líderes en errores y los peores en fildeo?

Un excelente ejemplo ocurrió en 1976: Brooks Robinson llevaba 16 GG, en fila pero estaba de ida y ya pedían su turno tres monstruos, Graig Nettles, Buddy Bell y George Brett. Sin embargo, coaches y managers, veían en cada juego de Detroit un portento defensivo que jugada tras jugada firmaba su nombre: Aurelio Rodríguez.

Al final de aquella zafra con sólo 9 errores, y el mejor pct. de fildeo de la liga, el de Cananea se llevaba el codiciado guante dorado ¿Por qué usaba Rawlings? ¿Por qué era Latino? ¿Por las ecuaciones de mi ídolo James? ¡No! Lo ganó porque fue el mejor guante en la 3B de ese año. Por supuesto como el caso poco frecuente que menciona Luis Dorticós, hay rarezas pero el premio de llama “Guante de Oro”…es mi personalísima opinión.

Y gracias por sus comentarios, siempre son bien recibidos pues enriquecen esta maravillosa hermandad del béisbol llamada Al Bat.