Don Pedro “El Mago” Septién decía –y decía bien-- que el beisbol es mucho deporte para ser negocio, y mucho negocio para ser deporte. No se trata de un mero juego de palabras. El aforismo corresponde a una realidad en la pelota profesional. En ésta se han de combinar, de manera equilibrada, la calidad deportiva y una legítima búsqueda de ganancias. Espectáculo y lucro, sin demérito uno del otro.
Para hacer más atractivo el espectáculo, mediante una duración más corta de los juegos, lo que se supone propiciará mayor asistencia de aficionados a los estadios, la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) decidió poner a prueba durante la recién concluida temporada regular 2022 juegos de 7 entradas --en lugar de 9 innings como marcan los cánones-- los días martes y miércoles de cada semana.
Se puede decir que tal cambio es en principio válido, aunque vaya contra la pureza del beisbol. Atenta contra ésta porque la modificación impide comparar las estadísticas de este deporte, uno de los encantos que tiene el beisbol.
¿Cómo fueron, al menos en la plaza de Torreón, los juegos de 7 entradas, comparados con los de 9 innings? Con base en la información oficial de la LMB y elaboración propia, tenemos lo siguiente:
Durante la campaña del 2022, Unión Laguna sostuvo en casa 43 juegos (debieron ser 45, pero dos contra los Diablos Rojos del México se cancelaron, los días sábado 9 y domingo 10 de julio, con motivo de la pandemia de COVID-19). Treinta encuentros fueron programados a 9 innings y trece a 7 entradas. Sumaron pues 43.
El número de asistentes a los juegos de 9 episodios fue de 141,854 aficionados, por lo que el promedio fue de 4,728 personas por juego. En el caso de los encuentros a 7 innings sumaron 58,925 asistentes, cifra que arroja un promedio de 4,533 aficionados por juego.
Entre los juegos a 7 y a 9 entradas se observa en asistentes una diferencia mínima, de apenas 200 personas en promedio. Contra lo que en principio se pudiera suponer, durante 2022 se hicieron presentes en el Estadio de la Revolución más aficionados a presenciar los juegos de 9 entradas que los de 7 episodios.
Sin embargo, no se pueden sacar conclusiones apresuradas, porque es muy probable que a los aficionados se les facilite más su ida al estadio los fines de semana (viernes y sábado, así como los domingos en que los juegos inician más temprano), que en los días en que se juega a 7 entradas (martes y miércoles), por ser laboralmente hábiles los respectivos días siguientes y no hay que desvelarse.
También es probable que si los juegos de martes y miércoles hubieren sido programados a 9 entradas y no a 7, la asistencia de aficionados habría disminuido aún más. Con la información disponible no hay forma de llegar a nada concluyente.
Y por lo que hace a la duración de los juegos, sí se observa una diferencia notable. Los encuentros a 7 innings tuvieron durante 2022 en el Estadio de la Revolución una duración promedio de 2 horas 44 minutos, y los de 9 episodios de 3 horas 27 minutos. La verdad es que una diferencia de casi tres cuartos de hora (43’) entre unos y otros, sí merece ser tomada en cuenta.
Si las medidas que a partir de 2023 aplicará la LMB para acelerar el desarrollo de los juegos resultan efectivas, habrá que considerar el regreso a que todos los compromisos sean a 9 episodios, como indican los cánones del deporte rey.
Vale tener presente que en la década de los años 40, la época dorada del beisbol profesional en La Laguna, muy pocos juegos se extendían más allá de las dos horas y media y todos naturalmente eran a 9 entradas. En la modernidad, ¿será posible llegar a esta duración? |