POR ALFONSO ARAUJO BOJÓRQUEZ
Joe Nuxhall, pitcher zurdo de 15 años, 10 meses y 11 días, se convirtió en el más joven en jugar en las Ligas Mayores, cuando el 10 de junio de 1944, lanzó dos tercios con los Rojos de Cincinnati, que perdieron 18-0 ante Cardenales. Nuxhall, reapareció con Rojos hasta 1952, donde abrió cinco juegos y tuvo 1-4 y 3.22 de efectividad.
Lázaro Salazar, lanza sin hit, pero con carreras, hazaña conseguida en Monterrey contra los Tecolotes de Nuevo Laredo, el 10 de junio de 1945. Nunca ha sido reconocido este juego en la Liga Mexicana. En ese año, el cubano ganó 13 partidos, dirigió a Monterrey, que terminó en segundo lugar, siendo Tampico el campeón.
Nace en Hermosillo, Sonora, Francisco Barrios Jiménez, el 10 de junio de 1953. Empieza con San Luis en la Liga Central, pasa a los Charos, que lo venden a los Medias Blancas, donde ganó 14 juegos en 1977, rompiendo la marca para un pitcher mexicano, en este caso Jesse Flores, que obtuvo 12 en 1943 con los Atléticos.
Rocky Colavito de los Indios de Cleveland, recibió la base por bolas en la primera entrada y después conectó cuatro cuadrangulares consecutivos en el Memorial Stadium de Baltimore, el miércoles 10 de jnio de 1959, cuando La Tribu, ganó 11-9 a los Orioles. Colavito se fue de 4-4, con 5 carreras anotadas y 6 producidas.
Mike Schmidt, tercera base de los Filis, el 10 de junio de 1974, conectó un batazo, donde la pelota se elevó 110 pies y le pegó al techo del Astrodome, a una distancia de 300 pies. La pelota regresó al terreno de juego y picó cerca de la segunda base, convirtiéndose en el hit sencillo, más largo en la historia de las Ligas Mayores.
A los 49 años y dos días, George Brunet, lanzando para Monterrey, alcanzó su blanqueada 55 en Villahermosa, Tabasco el 10 de junio de 1984, imponiendo marca de por vida en la Liga Mexicana. Es marca fue superada por Ramón Arano, que sumó en su larga carrera un total de 57 cierres.
Los Leones de Yucatán realizan un tripleplay en el primer inning en su juego contra Dos Laredos, el 10 de junio de 1998. Con dos en base, rola a tercera de Alejandro Villarreal, Treadway pisa la antesala, tira a segunda a Morejón y éste a su vez al primera base, Tim Clark.
LANZANDO PARA HOME
En 1936, Joe DiMaggio llegó a Nueva York. Su gracia en los jardines y en el home plate, quedaron tan grabados en nuestra conciencia colectiva, que 30 años más tarde, Paul Simon cantaría: ¿Donde has ido, Joe DiMaggio?. "Nuestra nación te mira con ojos solitarios". Ernest Hemingway le rendiría homenaje en El Viejo y el Mar. "Me gustaría tomar la gran pezca de DiMaggio", dijo el anciano.
Dicen que su padre era pescador, pero Joe sufría de mareos y algo bueno fue para los Yankees. En lugar de trabajar pescando, Joe vendía periódicos y jugaba béisbol. Había 5 hijos, todos ellos buenos jugadores de béisbol y tres de ellos, Vince y Dom, además de Joe llegaron a las Ligas Mayores. Pero el mayor Vince, dijo que el mejor fue Joe, pues él podía batear la bola muy lejos, pues como hermano mayor, tenía que tener un trabajo estable.
Después de que Joe abandonó la high school, a su padre no le gustó el hecho de que su hijo estaba dedicando mucho tiempo a jugar, pero Vince le ayudó a despejar el camino como pelotero profesional, cuando jugaría uno de los jardines con los Seals de San Francisco en 1932.
Vince tenía una hermosa voz, y la familia realmente consideró enviarlo a Italia, para estudiar ópera. Pero el otro equipo de San Francisco, los Missions le ofrecieron a Joe, que en ese momento tenía 17 años y jugaba las paradas corta, un sueldo de 150 dólares y Vince dio el consentimiento y se olvidó de ir a Italia. Antes de que Joe, jugara un partido con los Missions, los Seals entraron en escena y le ofrecieron 225 dólares por mes, si firmaba con ellos. Joe nunca había jugado en los jardines, hasta que el manager de los Seals, Ike Caveney, lo envió al jardin derecho, luego que había bateado en su primera aparición como bateador emergente. Viendo que lució como jardinero a principios de la temporada de 1933, jugó el resto de su carrera como jardinero. Llegó a los Yankees en 1936 y terminó en 1951, con un bateo de por vida de .325, 361 jonrones y 1537 carreras producidas...Después más lanzamientos.
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