Por Patricia Guerra
Un equipo septuagenario como los Diablos Rojos del México tiene grabados en su muy rica historia, algunos nombres de peloteros y managers -no nacidos en México-, que han contribuido enormemente a que el equipo de la capital del país sea el más ganador de la Liga Mexicana de Béisbol. A lo largo de sus dieciséis campeonatos, el equipo tuvo la presencia de extranjeros pundonorosos que le pusieron pimienta y comino a cada roster ganador desde 1956.
El jugador más valioso del primer campeonato fue el norteamericano Alonso Perry, poderoso bateador surgido de las Ligas Negras de Estados Unidos y que fue líder esa temporada en porcentaje .392, hits 177, jonrones 28, producidas 118 y slugging .710, es decir ganó la triple corona de bateo. Mención honorífica para el cubano Lázaro Salazar quien dirigió al equipo esa temporada ganadora.
Pasarían diez años antes de que Diablos se volviera a coronar y para ello hizo falta que un mexicano-norteamericano, un “pocho” como los llaman ahora peyorativamente, tomara las riendas del equipo. El texano “Sargento Metralla”, Tomás Herrera se coronó en apenas su segunda campaña como dirigente y en 1968 repitió la hazaña. Tampoco se puede entender ese segundo campeonato sin la presencia de Harry “Petacas” Simpson, pelotero de color que esa temporada bateó .306, con 18 jonrones y 69 producidas.
El cuarto campeonato de Diablos llegó por la vía de los playoffs, en 1973, en esa ocasión dirigidos por el cubano Wilfredo Calviño. Los extranjeros destacados de esa temporada fueron el panameño Adolfo Phillips y el lanzador cubano Pedro Ramos (14-4, 2.36).
El quinto campeonato fue el primero de Benjamín “Cananea” Reyes y también el año en que llegó la regla del bateador designado, que le vino a Adolfo Phillips como anillo al dedo.
La temporada 1976, la del sexto campeonato vio brillar a Mr. Playoff, el norteamericano Pat Bourque, quien bateó .361 y produjo 93 carreras y a su paisano Ted Ford con porcentaje de .329 y 91 producciones.
Cinco años después, en 1981, temporada del séptimo campeonato, Diablos estrenó directivo, Roberto Mansur Galán y manager dominicano, Winston Llenas. En esa temporada, Diablos contó con Jerry Hairston, líder productor con 73 carreras, asi como con el slugger puertoriqueño Félix Millán, quien seguramente le caía mal a Pedro Treto porque no lo incluyó en su enciclopedia, pero que bateó para .306
El año del temblor, 1985, segundo campeonato de la era Mansur y octavo del equipo, llegó con el retorno del “Pelón Mágico” Benjamín Reyes. El carismático norteamericano Lorenzo Bundy bateó esa temporada para .366 y produjo 77 carreras. También contribuyeron Larry Ray y Greg Walker.
Mañana seguimos con la segunda parte de este homenaje a los grandes extranjeros que han contribuido a la gloria de los Diablos Rojos del México.
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