Por Jesús Alberto Rubio
Sigue el beisbol de estufa: Max Scherzer, firmó tres años con Mets; lo hizo por 130 millones de dólares y ya se imaginará su contento.
Es Mad Max, pues.
Y, mire: Corey Seager pactó con los Rangers por 10, en tanto Robbie Ray, el Cy Young 2021 con Azulejos, por cinco, con Marineros de Seattle.
Ya no le digo de a cómo fue cada firma, conste.
Ya sabe la razón; ayer se lo dije.
Robbie Ray
En relación al Cy Young de Ray: es ahora el cuarto lanzador de los Blue Jays que conquista el galardón y el primero desde Roy Halladay en el 2003. Roger Clemens lo recibió en 1997 y 1998 y Pat Hentgen en 1996.
Por si no recuerda, Robbie ganó el codiciado trofeo por los siguientes registros: 13-7 y fue líder en efectividad de la Liga Americana con 2.84 en 32 aperturas. (también No. 1 del Joven Circuito); Incluso, ponchó a 248, la mayor cantidad en Grandes Ligas.
Otras firmas fueron Kirby Yates a Atlanta; Daniel Hudson a Dodgers y Jacob Stallings a Marlins.
Y hay más, pero por hoy es suficiente.
Excelente pregunta
A propósito del tema, Gabriel Medina E. publicó en su twitter: ¿Realmente vale la pena la contratación de pitchers abridores de alto calibre por cientos de millones, cuando la figura del abridor está cada vez más en desuso en el beisbol actual, máxime en la postemporada?
¡Buena!
Jaime Varela y el “Chamaco” Vea
Nuestro dilecto maestro emérito Unison, Jaime Varela Salazar, nos comparte un tema que sé le gustará:
“Hemos tenido grandes deportistas que han puesto muy en alto el nombre de nuestro estado y de nuestro país. Ahora nos referiremos concretamente al beisbol y recordaremos a uno de los grandes jugadores, un santanense todo entusiasmo, amor al deporte y a sus semejantes, que dejó grandes recuerdos.
Nos referimos a Roberto "Chamaco" Vea González, quien nació un seis de junio de 1933 y murió trágicamente el nueve de septiembre de 1962.
Desde muy joven mostró sus cualidades en los campos de Santa Ana y debutó en 1955 en la Liga Arizona-México, jugando con los Mineros de Cananea, a los que ayudó a ganar el campeonato en virtud de su gran bateo, estando a 8 milésimas de quedar campeón bat, siendo superado únicamente por el consagrado Moisés "Moi" Camacho, quien jugaba para el equipo de Mexicali.
Según nos comenta Marco Aurelio Cubillas Salazar, santanense y gran conocedor del deporte, también jugó en el beisbol organizado de los Estados Unidos, en Montana, en una sucursal de los Cardenales de San Luis, mientras que en la Liga de la Costa del Pacífico alineó con los Mayos de Navojoa, teniendo como manager a Baldomero "Melo" Almada, quien una vez le dio permiso para que fuera a jugar en la Liga Municipal de Santa Ana.
Integró el equipo Sonora cuando ganaron el Campeonato Nacional Amateur (1954).
También jugó en la Liga Norte de Sonora con los Rieleros de Benjamín Hill y los Santos de Santa Ana, donde admiró a los aficionados por su entrega a la hora de jugar.
Con los Yaquis de Ciudad Obregón y con los Tigres de México fue alineado como cuarto bat, lo que demuestra su gran calidad como bateador en la década de 1960.
Antes, en 1958, en la Liga Mexicana, jugando con los Tecolotes de Nuevo Laredo, fue el único mexicano que bateó sobre .300 (.304), recibiendo grandes regalos y honores por esta gran campaña.
Otra proeza del “Chamaco” fue el gran batazo que pegó por encima de la barda del jardín central en Cananea (1955), el cual está considerado como el más largo en ese estadio.
Esto nos lo recuerda el estimado maestro Marco Antonio Valencia Arvizu en la página 56 del libro "Retrato hablado de Marco Antonio Valencia Arvizu", en editorial Garabatos (2021) de Emilio Robles Burgos.
Esta hazaña nos la corroboró el gran deportista Ingeniero Heriberto Romero, también originario del mineral.
Por su gran desempeño como beisbolista y por su bonhomía, la administración del Municipio de Santa Ana (2003-2006), presidida por el Señor Guillermo Molina Arballo, con el apoyo de la radio XEAB, el entusiasmo de Marco Aurelio Cubillas Salazar y la noble afición santanense, acordó que una de las calles llevara el nombre de Roberto " Chamaco" Vea González.
¡Honor a quien honor merece!
Magnífico, estimado profesor |