Por Jesús Alberto Rubio.
Coincidiendo con mi reciente tema sobre los Algodoneros de Unión Laguna y sus 80 años de vida (al igual que Diablos Rojos de México en este mismo 2020), el gran Ronnie Camacho recordó ayer cuando en la temporada de 1966-1967 jugó con los Sandilleros de Tlahualilo, Durango, de la Liga Mayor de esa región beisbolera.
Había militado en la temporada invernal con los Ostioneros de Guaymas cuando en el mes de febrero fue invitado por aquella franquicia donde se jugaba solamente los fines de semana incorporando a peloteros de la Invernal de Sonora-Sinaloa, hoy Liga Mexicana del Pacífico.
Ronnie menciona cómo Moi Camacho, quien era el mánager de los Sandilleros, influyó y lo convenció para que aceptara ir a jugar a esa región con Tlahualilo, “el equipo de sus amores por ser de su tierra natal”.
Después de todo, recuerde usted que entre ellos había una gran amistad: durante nueve años formaron parte de un mismo equipo, primero a partir de 1957 con los Tecolotes de Nuevo Laredo, y después desde 1960 y hasta 1965 con los Pericos de Puebla.
Fue por ello, en su escrito así lo señala, que no lo pensó dos veces y aceptó con mucho gusto iniciar nueva aventura en la pelota profesional con la franquicia cuyo propietario era Jesús Cobos, “un entusiasta hombre de negocios y su principal pasatiempo era el béisbol”.
Aquella temporada, en la que tuvo de compañero a Héctor Espino, entre otras grandes estrellas, se coronarían en la final ante San Pedro, dirigido por Felipe Montemayor.
En el choque, Espino fue el gran héroe a la ofensiva con cuadrangular de tres carreras y un doble de otra anotación.
Previamente, Ronnie también había sido parte del Juego de Estrellas del circuito reconocido como Independiente y el cual está vigente.
Lo invito a que lea la historia completa de ese por demás interesante capítulo de Ronnie, tanto en su Facebook como el mío –que es de usted--, BEISBOL E HISTORIA.
Asimismo, le comparto tres textos (imágenes) sobre ese episodio que me hizo llegar esta tarde desde Torreón, Coahuila, el licenciado en Derecho y Economía, además de diputado, Juan Antonio García Villa, lo cual se agradece.
En su correo, me precisó: “Jesús, te envío fotocopias de tres diferentes páginas del libro de Héctor Pimentel, “Por los diamantes laguneros. Historia de la Liga Mayor de La Laguna”. En la página 66 se hace referencia al desenlace de la temporada 1965-66 de la LML en la que Tlahualilo queda campeón por segunda vez en su historia de participaciones en la Liga, pues la primera ocasión fue en 1959. Y en las 70 y 71 se relata lo relativo al bicampeonato obtenido en la siguiente temporada, es decir, en la de 1966-67”.
JUAN ANTONIO GARCÍA VILLA
Precisamente, García Villa, historiador non de beisbol, sobre el tema de los Algodoneros de Unión Laguna, nos dice lo siguiente:
Excelente nota, Jesús, sobre el equipo de La Laguna, mi región, que este año cumple 80 de haber ingresado a la LMB.
Mencionas, como de pasada, que después de haber ganado el equipo la temporada en 1942, “El Unión Laguna terminó en segundo lugar en 1943, pero en 1944 el equipo fue trasladado a la ciudad de Nuevo Laredo, ...”.
Pues no, también ganó por medio juego la temporada de 1943 pero el título le fue arbitrariamente arrebatado, en medio de gran escándalo, lo que provocó su salida de LMB y su incorporación a la naciente Liga Nacional (1944-1946), que a su vez constituye una interesante historia, parte del enorme conflicto entonces registrado entre Jorge Pasquel y el entonces llamado Beisbol Organizado.
“El atraco del 43”, como yo llamo a este episodio, fue todo un acontecimiento en la Comarca Lagunera.
Cuando ya todo terminó, en una cena que la directiva ofreció a los integrantes del equipo en el Centro Campestre Lagunero, fue donde Martín Dihigo pronunció su memorable discurso que terminó así: “Es mejor un segundo lugar ganado a un campeonato robado”.
En fin, es una gran historia, con varias facetas, pendiente de escribirse”.
De hecho, ya tengo en mi correo todo un documento donde se aborda ese suceso, el cual en la siguiente columna se lo compartiré con el gusto de siempre.
Ya verá qué cosa.
Excelente, Juan Antonio.
LA PEÑA BEISBOLERA
La Peña Beisbolera de Naranjeros Radio retomó su tradicional programa sabatino, ahora desde la casa de cada uno de los integrantes, en atención a las recomendaciones de las autoridades y utilizando la tecnología a través de la plataforma digital Houseparty, que permite compartir imagen y sonido.
Paco Salazar, nos dice: “Este sábado 28 ha sido nuestro primer programa bajo esta modalidad, ofreciendo disculpas por cualquier inconveniencia técnica, esperando así continuar en contacto con nuestro amable auditorio, y asimismo seguir difundiendo el deporte de nuestros amores.
Y añadió: “Naranjeros de Hermosillo nos está felicitando en redes para seguir difundiendo el béisbol en estas circunstancias. Muy agradable en verdad. Si, un bálsamo entre tantas noticias agobiantes de la pandemia”, concluyó.
Esta vez, en el programa participaron Paco, Tony Aguilar, Juan Antonio Jasso y Julio Maquinay, así como Samuel Fabela, como productor.
Enhorabuena, amigos y colegas.
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