Por Jesús Alberto Rubio.
Corito Varona –Camilo Saturnino Varona Dorticós-- fue parte de la esencia del beisbol por más de 50 años, primero como jugador en su natal Cuba y luego en función de buscador de equipos de Ligas Mayores.
Trascendió por impulsar un sistema de scouteo que permitió mexicanizar a los entonces Tigres de México que ganaron en la LMB los campeonatos de 1965 y 1966 con una sólida base de jugadores aztecas.
Fue quien firmó a Vicente “Huevo” Romo para los mismos bengaleces capitalinos; también recomendó a los Tigres en 1961 a Héctor Espino y, antes que Mike Brito, dio el visto bueno a Fernando Valenzuela. Lo recomendó a los Dodgers diciendo se trataba de un prospecto sobresaliente.
Hizo lo mismo en la misma franquicia a Alejo Ahumada, quien llegó a su sucursal en La Florida, pero una lesión en su brazo le impidió seguir en ese nivel de beisbol. Otro fue Miguel Cuellar para los Sugar Kings de La Habana, equipo de la Liga Internacional de clase triple A.
Estos hechos, relevantes dimensionan al gran Corito que conocí y traté cuando mi estancia en Veracruz en los años 70.
Varona resulta de gran importancia en el beisbol mexicano; un cubano de nacimiento y a la vez veracruzano de corazón.
Y hay que reiterarlo: debemos pensar en la posibilidad de que este mismo año pudiera ser valorado o bien propuesto como candidato al Salón de la Fama del Beisbol de México, con sede en Monterrey.
Él, sin duda, es un icono/leyenda béisbol cubano y mexicano, que con sus esfuerzos abrió el mercado de Grandes Ligas a los peloteros aztecas y en general de habla hispana.
Un gran personaje, sin duda.
Sus primeros años
Nació en Cienfuegos, Cuba, el 26 de marzo de 1910 y falleció el 24 de febrero de 1999 en la ciudad y puerto de Veracruz.
Fue en 1926 cuando debutó en la pelota profesional de su país, pero diez años después una lesión en su brazo le obligó a retirarse como lanzador del Cienfuegos de la Liga Cubana. Sin embargo, siguió dentro de la organización.
Camilo Rafael Varona, su hijo, recuerda que su señor padre tenía 17 años cuando debutó como pitcher y que, en efecto, tras mostrar grandes facultades y ganar varios juegos importantes, tuvo y una lesión en su brazo que le sacó de juego.
De ese periodo, Ignacio Peña menciona que el dueño del club, Florentino Pardo, prácticamente lo dejó como encargado del equipo. Corito firmaba peloteros, atendía la oficina, viajaba a Estados Unidos a observar peloteros para contratarlos en invierno.
“Después organizó un club de béisbol amateur e ingresó a la Liga de la Unión Atlética Amateur de Cuba, donde surgieron grandes peloteros como Conrado Marrero, Charles Pérez, Isidro León, Gilberto Torres, Tomás de la Cruz y muchos más. Por esas fechas Bobby Maduro compró el club Cienfuegos y lo llevó a La Habana, y también Corito fue allá.
Más tarde, en 1954 se firmó un convenio con los Rojos de Cincinnati y los Sugars Kings de La Habana y Varona empezó a trabajar con ellos. Corito empezó a firmar peloteros que después triunfarían en grande: Tony Pérez, Cuqui Rojas y Mike Cuellar entre otros grandes beisbolistas”.
En amable charla telefónica, Camilo Varona, quien trabajó al menos 15 años como ampayer profesional en la Liga Invernal Veracruzana y otros circuitos, siempre recuerda que Bobby Maduro fue quien le puso el apodo de Corito a su señor padre.
En el beisbol mexicano
También Tomás “Tommy” Morales (+) una vez dijo de Varona:
“Al desaparecer el famoso equipo "Sugar Kings" de La Habana, el prestigiado buscador Corito Varona vino a refugiarse en México para 1963 y como su paisano Ángel Vázquez ya estaba al frente de la oficina del Tigres, convenció al ingeniero Peralta para que lo contratara (1961).
Así, comenzó a encontrar muy buenos prospectos como los pitchers Vicente "Huevo" Romo y Horacio Solano que los trajo al Tigres. Corito haría historia en el Beisbol mexicano con sus grandes contrataciones”.
Varona dirigió en 1963 a Aguascalientes en la Liga Central y también a Tabasco (1964), en la Liga del Sureste, ambos equipos eran sucursales de los entonces Tigres del México.
Con el equipo tabasqueño manejó a la perfección a jugadores que luego fueron estrellas en la Liga Mexicana, entre ellos, el pitcher zurdo José Leyva.
En aquella década también estuvo al frente del equipo Jalisco, sucursal de los Tigres, en la misma Liga Central.
Varona, sin duda, fue el principal proveedor de talentos a los Tigres del México, franquicia que hoy tiene su sede en Cancún, una plaza a la que arribaron en la temporada de 2011 y en la que debutaron con un gallardete al vencer en limpia de 4-0 a los Diablos Rojos de México.
Hoy, en su memoria, vigente, y confiemos en que se dimensione su gran trayectoria y que, en especial los Tigres de Cancún sea la franquicia que lo proponga para que pueda aspirar a tener un nicho en el Recinto Sagrado.
Ojalá.
Palafox y Cora
1.- Excelente charla tuvimos ayer Fernando Palafox Palafox Gil y un servidor en relación al desarrollo y consolidación de la Asocrodes y es que el colega presentará su plan de trabajo y planilla de colaboradores como candidato a la presidencia de la organización de comunicadores deportivos sonorenses el próximo sábado en el Congreso Estatal a celebrarse en Magdalena de Kino. En los siguientes días le daré más detalles sobre la plática donde surgieron grandes ideas y propuestas que el “Flaco” Palafox las tiene más que listas para en equipo hacerlas realidad en bien de la asociación, sus miembros y el periodismo deportivo en general.
2.- ¿Red Sox cometió un error despidiendo a Alex Cora?: https://elfildeo.com/mlb/red-sox-alex-cora-despido-trampa-astros-escandalo-investigacion-disculpa/57765/2020/
En el sitio hay otras dos interesantes; Glyber Torres (NYY) acusó a José Altuve de trampa, y Rob Manfred, el Comisionado de MLB, dice que piensa ponerle fin al robo de señas antes del Spring Training. (¿Será…?)
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