Foto de Julio Maquinay.

Por Jesús Alberto Rubio.

Amigos, lectores, hoy le hablaré de un hombre que se lleva de tú a tú con la filantropía y el amor por el beisbol: Alfredo Harp Helú.

Para empezar, es el único dueño de dos equipos que le otorga pensiones a peloteros que jugaron cuando menos diez años en ambas franquicias: Diablos Rojos de México y Guerreros de Oaxaca.

Ya sabe usted que el contador público es un especialista en la rama financiera y bursátil y mantiene la bandera en alto de que “la mejor inversión está en México”.

Su trayectoria profesional en los ámbitos financieros-bursátiles, es de sobra conocido, por lo que más bien sólo deseo enfocar mi tema a sus contribuciones al deporte rey, la educción, la cultura y el medio ambiente, entre otros ámbitos.

Si nos vamos por partes –o sea el referente histórico de su vida relacionada con el beisbol—hay que irnos a 1994 cuando adquirió al equipo Diablos Rojos del México y luego en 1996 a los Guerreros de Oaxaca, ambos, claro está de la LMB.

Y fíjese: ideó una estrategia para estimular a los jugadores de los Diablos Rojos y los Guerreros con el programa “Home Runs Banamex”, el cual premia las buenas jugadas de peloteros –durante la temporada regular del circuito--, con la donación de recursos a instituciones mexicanas públicas y privadas que destacan por su trayectoria y compromiso social a favor de quienes más lo necesitan.

La Academia en Oaxaca

En el año 2004 fundó en Oaxaca la Academia de Béisbol de Alto Rendimiento “Alfredo Harp Helú” para reclutar a jóvenes talentosos entre 14 y 17 años de edad que podrían convertirse en jugadores profesionales.

Luego, ya sabe, en el 2012 se convirtió en accionista de los Padres de San Diego siendo de esa manera en el primer empresario mexicano en incursionar en las Ligas Mayores.

No necesito decirle que mandó construir el estadio de los Diablos Rojos en la capital del país y el Salón de la Fama del beisbol mexicano con sede en Monterrey.

Su Fundación

Harp Helú creó una Fundación en la que además de atender sus propias instituciones benefactoras colabora en el desarrollo de otras organizaciones filantrópicas con el objetivo de impulsar proyectos sociales en las áreas de salud, agua y adicciones.,

Apoya a los deportistas en programas de entrenamiento y un cuidadoso control médico y nutricional, así como múltiples campeonatos o competencias deportivas, incluyendo a entrenadores y jóvenes promesas mexicanas del deporte.

Ha participado en el mejoramiento de instalaciones deportivas y desarrolló el programa Circuitos de la Salud en los parques públicos, constituidos actualmente como gimnasios gratuitos al aire libre.

Su Fundación también otorga apoyo económico a damnificados por desastres naturales, además de impulsar proyectos que ayudan a mejorar la infraestructura de diversas universidades, a fomentar la enseñanza educación distancia, desarrollar programas becarios e impulsar actividades culturales y artísticas.

El magnate ayuda a la creación de museos e instituciones culturales y con becas a estudiantes de las artes; promueve festivales de música y la filatelia, hasta el rescate de elementos históricos, como sucedió con los órganos de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México.

Pero no todo queda en eso: su fundación apoya a diversas instituciones de salud con equipo médico especializado, mejoramiento de la infraestructura hospitalaria y fomento a la investigación médica.

También tiene un especial compromiso con el cuidado del medio ambiente; además de la instalación de múltiples viveros de alta tecnología y bancos de selección de semilla, e incluso promueve diferentes programas de reforestación, plantación urbana, captación de agua y el cuidado de arrecifes, entre otras acciones sociales y humanitarias.

Otra área que atiende es el fomento a la lectura, donde destacan la instalación de bibliotecas infantiles y bibliotecas especializadas en literatura, historia, etnohistoria, así como diversos proyectos que llevan bibliotecas móviles a diferentes lugares del estado de Oaxaca.

También promueve la lectura con la colaboración de promotores voluntarios que comprometen su tiempo para leerles a los niños en diferentes espacios culturales.

La Fundación Harp promueve proyectos productivos y brinda apoyo a los talleres artesanales, ya sea por medio de capacitación para el trabajo, mejoramiento de infraestructura, exposiciones, publicaciones y diversos estímulos para la producción.

Y en cuanto a conservación del patrimonio, la Fundación ha apoyado diversos proyectos de restauración en México. Sólo en Oaxaca se encuentran la recuperación del ex convento y la creación del Centro Cultural San Pablo; la restauración de diversos templos y ex conventos como el de Santo Domingo, San Jerónimo Tlacochahuaya, la capilla abierta de San Pedro y San Pablo Teposcolula y muchos otros.

Ha emprendido un interesante proyecto de restauración de obras históricas como retablos, pinturas y esculturas, así como zonas arqueológicas.

En cuanto a los proyectos enfocados al rescate y preservación documental y bibliográfica, se creó Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México, A.C. (ADABI), cuya presencia se ha visto cuya presencia se ha visto reflejada en toda la República Mexicana.

Son varias las instituciones creadas por Alfredo Harp Helú en la ciudad de Oaxaca para divulgar el conocimiento y difundir la cultura: Fundación Alfredo Harp Helú, Museo Textil de Oaxaca, Biblioteca de Investigación Juan de Córdova, Museo de Filatelia de Oaxaca, Instituto de Órganos Históricos de Oaxaca, Biblioteca Andrés Henestrosa, Casa de la Ciudad, Adabi de México, Biblioteca Infantil BS.

Y aún hay más…