De pie se ven a Romeo Cadena, “Changarro” Urías, Saúl Villegas, “Pilo” Gaspar, “Burro” Hernández, Ronnie Camacho y Jesús “Zurdo” Robles. Hincados: David García, Andrés Tanaka, Alfredo Mariscal, Eladio Urías, Antonio Olea, César Gutiérrez y Agustín Enríquez.
Saúl Villegas recibe un trofeo de parte del señor Antonio Luebbert por el mejor tiro de centerfield a home en Guaymas, temporada 1963-1964.
Jesús Alberto Rubio
beisrubio@gmail.com
Hablar del poder que tenía con su bat el “Silencioso” Saúl Villegas Buelna, en verdad son palabras de mucho respeto.
Con frecuencia se podía admirar tablazos ¡de línea! que se iban de jonrón.
Para muestra un botón: En 1964, el empalmense tuvo una campaña de mírame y no me toques con su bat enfundado en la franela de los Sultanes de Monterrey:
Empató el récord de más jonrones con caja llena en días consecutivos con dos (2 y 3 de mayo) ante los Pericos de Puebla.
Pero no todo quedó en esa marca:
Junto con Héctor Espino estableció ese mismo año el récord de 70 cuadrangulares: conectó 24 por 46 de Espino.
Espino lograba esa máxima cifra del circuito luego de que un año antes Ronnie Camacho había impuesto la de 39 con los Pericos de Puebla.
Ese año, Saúl Villegas bateó .285 y produjo 103 carreras, la segunda mejor del equipo debajo de Espino, quien fue campeón bat con .371 y 117 impulsadas.
Aquella campaña sólo él y Espino rebasaron con los Sultanes las cien carreras enviadas al plato.
Debo destacar que en la riquísima historia de los Sultanes que inició en 1939 con el equipo denominándose “Carta Blanca”, sólo doce de sus jugadores han impulsado cien o más carreras en un año y uno de ellos fue precisamente Saúl Villegas, con Espino lográndolo en dos ocasiones.
En ese nivel de poder se ubicó el orgullo de Empalme.
Un año antes, en 1963, en su debut con Monterrey, Saúl Villegas impresionó con 18 cuadrangulares y 74 producidas, además de batear .276.
Y junto a Espino, como primera base, y él de jardinero, fueron los líderes de fildeo de la Liga Mexicana.
Villegas se mantuvo con los Sultanes como pieza clave a la ofensiva:
El 65 pegó 21 jonrones y produjo 61, con .271 de promedio ofensivo; en 1966 bajó su cifra de obuses de vuelta entera a 7 y bateo (.228), con 31 impulsadas; finalmente en el 67 se despidió con .308, tres cuadrangulares y 23 enviados a jom.
“El silencioso” había dejado en ese periodo de cinco años la marca de casa: su poder al bat.
Empezó como pítcher
De nuevo, Sergio Matus Sandoval, con ese entusiasmo que la caracteriza, nos motivó a que abordara la vida de Saúl Villegas, además de visitarlo en su hogar en empalme y charlas con él sobre su trayectoria en la pelota profesional.
Saúl nació el 31 de enero de 1936.
A los 19 años debutó con Santa Ana en la Liga Norte de Sonora donde su manager Ramón “Pisi” Martínez lo cambió con gran acierto de la posición de pítcher a primera base y jardinero cuando se lastimó su brazo de lanzar.
Ya en su nueva posición, en su primera oportunidad al bat encontró dos en base y conectó cudrangular en el estadio de Magdalena.
Posteriormente pasó a la Liga Central con el equipo Tuneros de San Luis donde fue compañero de Héctor Espino. Luego jugó con los Petroleros de Poza Rica donde estuvo dos años.
En la Invernal de Sonora
En el invierno, siempre vistió la franela de los Rieleros de Empalme, totalizando nueve temporadas como gran líder ofensivo al lado de Ronnie Camacho.
En este circuito invernal, Saúl jugó su último año con Obregón y luego se dedicó a trabajar en Ferrocarriles por 32 años ocupando el puesto de tornero, hasta que se jubiló.
En su charla con Sergio, le dijo:
“Jugando con Santa Ana contra Magdalena, quienes nos iban ganando por paliza, su mánager “Pisi” Martínez me dice: agarra un bat, Saúl, que vas a batear de emergente y mira que pegué home run”.
En la plática recordó que no sólo en Puebla pegó los dos grand slam en dos días seguidos: Aquí en Empalme al pítcher de Guaymas, Aaron Flores, también le conectó dos con caja llena”.
Admiró a Angel Castro
Saúl Villegas no quiso dejar de reconocer que siempre admiró al zurdo Angel Castro, a quien le tocó verlo jugar en el estadio de madera de la ciudad rielera.
También le dio a conocer que fue a Vicente “Huevo” Romo a quien le conectó más cuadrangulares.
“Hasta se los anunciaba”, comentó el “Silencioso”.
Y también admitió que fue con Pepe Peña ante quien tuvo más dificultad para batear.
A ambos lanzadores, por supuesto, les manifestó su reconocimiento y admiración.
¿Y quien te puso “Silencioso”, le preguntó Sergio:
“Lo hizo el locutor Otilio Dgyves”. (Ya se imaginará el por qué.
Mamá quinielera
Enseguida, compartió otro recuerdo:
“Resulta que a mi mamá le gustaba jugar quinielas, y estábamos jugando contra Obregón ante quienes perdíamos 3-2.
El pítcher Jesús Robles nos tenía dominados cuando me presenté a batear y le di cuadrangular con hombre en base para ganar 4-3.
Pero resulta que al llegar a mi casa mi mamá en vez de felicitarme estaba enojada, porque con ese jonrón ¡había perdido la quiniela ya que ella tenía 3-2…!”.
También no olvida la temporada en que Empalme jugó sólo con puros peloteros nativos.
Igual, cuando en la de 1963-64 cuando Ronnie Camacho dio 27 para el nuevo récord… y él, 25:
“Esa temporada pude haber terminado con más homeruns, pero duré un tiempo incapacitado ya que me sacaron la uña del dedo del pie debido a un batazo de foul en esa zona”.
Lo dijo el “Pisi”
Ramón “Pisi” Martínez también dijo lo siguiente de Saúl cuando lo dirigió con Santa Ana:
“En una serie en Caborca, cuando ya mi compadre Saúl tenía fama de jonronero, estábamos desayunando en un restaurant y a unas mesas de al lado se encontraba el pitcher que nos iba a lanzar.
En ese instante, alguien de la radio me preguntó:
¿Saúl Villegas está muy bien; ha dado muchos jonrones?, por lo que respondí, si, le ha estado dando en la torre a la pelota, pero últimamente me lo han dominado con cambios de velocidad (para que escuchara el pitcher rival).
Por ello, antes de iniciar el juego le dije a Saúl: ponte abusado porque el pítcher te va a tirar cambios; tu no averigues, ponte listo.
Y no se le olvidó: fue a batear y dicho y hecho, y la primer pitchada un cambio…¡y la desapareció del mapa!
Al siguiente turno el “Pisi” le gritó al pitcher ¡tírale cambio!, entonces el lanzador lo miró con cara de pocos amigos”.
El lanzador era el famoso Jesús “Chúbila” Rojo (+).
Eradio Burruel, Saúl Villegas y Jesús Arturo Llánes.
Incuestionable poder
Sin duda, el poder al bat que tuvo, era incuestionable, afirmó el colega Víctor Manuel López en la revista Puro Béisbol:
“En lo que fue el Parque del Seguro Social realizó la proeza de echar la pelota por encima de todas las bardas en un juego contra los Tigres, algo que solamente habían logrado Dick Czejak y el venezolano Domingo Carrasquel.
El batazo fue en dirección del left-center y los críticos dijeron que era el batazo más argo en la historia de ese escenario.
Por ello, en cuanto salió el tablazo, el umpire principal, Armando Rodríguez, le dijo: “espérate “Silencioso”, vamos a ver donde cae la pelota”.
Una lesión y…
También recordó un triste momento:
“Luego de su enorme campaña con los sultanes en 1964, en una jugada en el plato contra los Yaquis de Cd. Obregón, Jaime Corella le bloqueó el home y sufrió la fractura de la rodilla derecha.
Cita que después de esa grave lesión, nunca más volvió a ser el mismo, recordando que en Monterrey le inyectaban cortisona, para seguir en actividad, aunque su médico le advertía que enfrentaba al peligro de volverse adicto.
“Por ello, dejé la carrera en 1967, a los 27 años de edad”.
Decisión equivocada
Saúl Villegas contó que una ocasión cuando jugaron los Sultanes en Puebla, había dos corredores en posición de anotar y venía a batear Espino:
“Entonces el manager ordenó le dieran la base intencional, una decisión errónea porque enseguida le conecté un grand slam a “Jiquí” Moreno”.
Al día siguiente, que fue cuando empató el récord, se repitió la misma situación:
El manager de los Pericos, Tony Castaño, de nuevo dio boleto intencional a Espino, pero ah sorpresa: Villegas volvió a conectar cuadrangular ¡con caja llena!, ante el cubano Waldo Velo.
(Continuará).
|