Por Jesús Alberto Rubio
El campeón bat de la temporada 2019-2020, Isaac Rodríguez Salazar, utility de los Cañeros de Los Mochis, es nativo de Hermosillo.
Promedió .340 en 67 juegos. (La nota, en https://www.vavel.com/mx/beisbol-mx/2019/12/31/1008287-isaac-rodriguez-campeon-bateador-de-lmp-2019-20.html)
Isaac repitió lo que hicieron en su tiempo (champions bats), Gabriel Lugo/ 1968-1969; Mike Easler/1977-1978; Alvin Moore/1981-1982; Darrel Brown/1987-1988; Ty Gainey/1991-1992; Ramón Orantes/2001-2002 y 2006-2007; y Sandy Madera/2009-2010 y 2011-2012.
De ellos, el de mayor porcentaje fue Madera, el 2009-2010, con .413.
Se quedó cerquita del récord de Héctor Espino, quien posee el más alto: 415/ Hermosillo, 1972-73. (XV Temporada).
Ok.
De Isaac, el colega Ignacio Romero Navarrete nos destaca lo siguiente:
“Orgullosamente vecino de nuestra Colonia Modelo ya que durante su infancia y parte de la adolescencia vivió por la Juárez entre Guillermo Prieto y Benito Quintana a la altura de la clínica de los ojos para después irse a radicar unos años a Miami, Florida.
Por cuestiones del destino no fue seleccionado por los Naranjeros pero quizás en un futuro lo podamos ver jugando con el equipo de su ciudad natal.
Además, es primo del catcher de los Naranjeros Cásar Salazar. Ambos con origen en Banamichi, Sonora ya que sus abuelos son hermanos.
Isaac Rodríguez Salazar es apenas el segundo hermosillense en ganar el Campeonato de Bateo de la LMP.
Hace 43 años el también hermosillense Nicolás Vásquez fue Campeón de Bateo jugando para los Ostiones de Guaymas en la temporada 1976-1977”.
Magnífico.
Don Larsen
Sí, sí… ha fallecido el único en lanzar un juego perfecto en Serie Mundial de MLB.
A Larsen se le vio brillar de muy joven en la Liga de la Costa del Pacífico lanzando para Obregón y aquí en Hermosillo fue famosa aquella victoria de 1954 de Jesús “Manopas” Alcántar cuando en relevo le ganó el partido gracias a un cuadrangular de última hora de Claudio Solano.
Fue un sensacional triunfo el sábado 16 de enero del 54 en el todavía llamado estadio de “La Casa del Pueblo”.
Aquella historia señalaba que los Naranjeros perdían 6-0 ante los Arroceros y su estelar Don Larsen… y no había forma de remontarle el marcador.
Larsen había llegado al equipo de Obregón a media temporada luego de que siete meses antes (1953) debutara con los Cardenales de San Luis (7-12).
Por su estatura física de 1.93 metros y ser un gran bateador, su manager y receptor Clinton Courtney también lo utilizaba como jardinero.
Esa noche le estaba ganando fácil el juego; por Hermosillo había iniciado Arnulfo Manzo, Manuel “El Ciclón” Echeverría y Alonso Ruiz.
Entonces el mánager Virgilio Arteaga decidió jalar del bullpen al “Manopas” para que sacara el tercer out del octavo episodio, lo que hizo abanicando al emergente Eddie Escalante.
Sin embargo, al cierre del octavo, comenzaría a cambiar el destino del juego: Hermosillo atacó fuerte al pitcheo de Larsen:
Jesús “Chanquilón” Díaz elevó al jardín central; Leo Rodríguez llegó quieto a primera en error del short y William Cash pegó de hit, enviando hasta tercera base al inolvidable tercera base.
Entonces, ante la algarabía de la fanaticada, Claudio Solano dio doblete para la primera anotación.
A continuación, Joe Joshua fue puesto out pero Santiago “El Dumbo” Ayala conectó doblete productor de 2 carreras y finalmente “El Natas” García abanicó la brisa dando fin a ese gran inning que cerró el cartón 6-3.
En la apertura del noveno, “El Manopas” retiró tranquilo 1-2-3 a los Arroceros y todo quedó listo el escenario para la historia:
Beto Rodríguez se ponchó; David García pegó hit y luego “Chanquilón” también abanicó el tercer strike, por lo que la gente empezó a abandonar el graderío.
Larsen todavía se veía tranquilo, pero la fiesta no iba a terminar: David García se robó la segunda y la tercera, en tanto Leo pegó angustioso rodado que le permitió llegar a primera en un hit de piernas y empujar la cuarta carrera en los spikes del empalmense.
Enseguida, ante la expectación general, el cátcher William Cash (que llegó de los Arroceros), ¡conectó cuadrangular para el sensacional empate a seis!... obviamente, ante la incredulidad de Larsen y el júbilo de los aficionados.
Y entonces, la apoteosis:
Llegó a la caja de bateo el gran Claudio Solano, el pelotero mexicano más poderoso de esa época, y entonces sucedió “un milagro”: ¡cuadrangular por la barda del jardín izquierdo para dejar a Obregón en el terreno y darle la gloria al “Manopas” Alcántar que fue paseado por todo el Parque Madero ubicado al lado poniente del parque.
“El Manopas”, ahora sí que no lo podía creer: ¡había conseguido de esa forma su primera y única victoria de la campaña con ese dramático jonrón, el No. 13 de Solano, el JMV de ese año!
“…Fue un slider”: Solano
Claudio Solano siempre recordó la hazaña:
“Me tiró una especie de slider... y me acuerdo que cuando se amotinó la gente en home para quererme levantar en hombros, les dije que el pitcher ganador era el “Manopas”, y que mejor lo fueran a levantar a él... y así se lo llevaron hasta el Mercado Municipal...”.
Al final de la campaña Don Larsen comentaría: “De ese juego que perdí en Hermosillo no quiero ni acordarme”.
De regreso en el verano del 54 a Grandes Ligas, Larsen había tenido una horrible cifra de 3-21 derrotas con los Orioles para encabezar al circuito en ese casillero.
Pero tenía ya estaba predestinado.
En 1955 pasó a los Yankees y tuvo una temporada aceptable (9-2), y en 1956 terminó con 11-5.
Sus resultados en el pitcheo decían con toda claridad que prácticamente de ninguna forma era un pítcher estelar, sino más bien tirándole a “del montón”.
Aun así, en 14 años terminó 81-91 y 3.78 de efectividad.
El glorioso día
Aquel 8 de octubre del 56 se iba a ir a la inmortalidad cuando sorprendente y admirablemente retiró en línea a los 27 Dodgers a los que se enfrentó en el quinto juego de la Serie Mundial, hazaña nunca antes ni después vista en clásicos otoñales.
Ese día, teniendo de batería a Yogi Berra, el umpire Babe Pinelli, le cantó el tercero al emergente Dale Mitchell para poner fin al sensacional juego y ¡vámonos a la gloria eterna!
Don Larsen se había sublimado ante unos poderosos Dodgers de Brooklyn conformados Jackie Robinson, Gil Hodges, Roy Campanella, Duke Snider, Carl Furillo y Pee Wee Reese.
Incluso, en campaña habían acumulado 179 jonrones, pero ese poderío se hizo añicos ante la obra maestra de Larsen, quien necesitó apenas 97 lanzamientos para lograrla.
El mánager Casey Stengel le había dado la bola (su marca en temporada había sido 11-5) y la confianza se fue al cielo.
Salvatore Maglie fue el rival de montículo y el “Barbero” llegó a la cuarta blanqueando hasta que un jonrón de Mantle (y una atrapada en el central) por el jardín derecho rompió el duelo de ceros; en la sexta los Yanquis hicieron su segunda anotación para el 2-0 definitivo y colorín colorado con Don Larsen pasando a la historia eterna.
En paz descanse.
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