¨CUANDO EL PALIDO MUCHACHO SE ACERCO AL PLATO PARA CONSUMIR SU PRIMER TURNO AL BATE, CON EL ANDAR CARACTERISTICO DE NUESTROS CAMPESINOS, ALLI MISMO SE BAUTIZO COMO PELOTERO Y LO BAUTIZARON LOS FANATICOS DEL BEISIBOL CON EL NOMBRE INMORTAL¨ ¡!JIBARO!!...! JIBARO, BOTALA!¨

Corría el año 1938, para ser mas exactos era 15 de octubre, un día de esos negros y lluviosos en todo el país. Puerto Rico estaba de luto, el prócer Antonio R. Barceló había pasado a mejor vida. No obstante, en Caguas acontecía un hecho por separado, nacía una nueva estrella que le daría lustre posteriormente al beisbol puertorriqueño. Esa tarde llego a esa cuidad Pito Álvarez de la Vega en compañía de un tímido joven de 18 para presentarlo a Fonsito Sola Morales.
En Caguas existía un gran entusiasmo ante la proximidad del primer campeonato de la Liga Semi-profesional de Béisbol y Pito y Fonsito proyectaban probar algunos prospectos jóvenes en el viejo parque del Turabo para así redondear la novena que tenían. Había llegado el momento, llego al parque Pito con aquel muchacho parco en su hablar y pausado en su andar. Su físico era rudo y en su hablar templado le replico Fonsito Sola que era lanzador, pero que podía desempeñarse en otras posiciones.
La mesa estaba puesta, no obstante, la lluvia no permitió al prospecto mostrar sus habilidades. Lo alojaron en una casa de hospedaje del pueblo esperando así la tan ansiada la prueba de fuego. Al próximo domingo en la Cuidad del Turabo se escenificarían dos juegos de exhibición y Fonsito decidió probar al muchacho en la línea de fuego. Sin embargo, Rogelio Wiscovich que era el lanzador estrellas de los cagueños había tenido el brazo lastimado y deseaba probarlo por lo que el prospecto se quedo el banco.
Súbitamente, el dirigente tuvo una corazonada y puso en la alineación en la segunda al joven pelotero que había traído de Arecibo. En la tarjeta del line up que Pito le entrego al árbitro decía: ¨L. Rodríguez, séptimo en la alineación y segunda base¨. Cuando el pálido muchacho se acerco al plato para consumir su primer turno al bate, con el andar característico e nuestros campesinos, allí mismo se bautizo como pelotero y lo bautizaron los fanáticos del beisbol con el nombre inmortal !Jibaro¨!....!Jibaro, bótala!
Rodríguez no logro sacarla del parque, pero conecto una línea entre el bosque izquierdo y el central para acreditarse un batazo de dos bases. Una vez más el público asistente gritaba ¡Arriba Jibaro! ¡Arriba Jibaro!. Desde ese momento y en el transcurso de los años se le conocería como ¨El Jibaro¨ Luis Rodríguez Olmo quien tuvo una carrera fabulosa de 17 años en el béisbol profesional jugando en Estados Unidos, México, Panamá, Cuba y Venezuela.
FOTOS: (1)-Luis Rodríguez Olmo (2) El presidente del Senado de Puerto Rico, Luis Muñoz Marín, comparte con los peloteros Jackie Robinson y Luis Rodríguez Olmo de los Dodgers de Brooklyn de Nueva York. (3)
EDWIN KAKO VAZQUEZ
ESCRITOR E HISTORIADOR |