Aarón Arguijo G.
Encontrar un balance ideal o perfecto es algo de lo que se habla prácticamente siempre, pero curiosamente el encontrar ese balance es una de las situaciones más complicadas en el beisbol y en la vida misma. Así como el camino de la existencia va presentando diversas situaciones inesperadas que debemos aprender a confrontar, también el beisbol presenta durante una temporada muchos, muchísimos imponderables. Lesiones, dolencias, enfermedades, situaciones familiares y hasta preocupaciones por las más impensables circunstancias, son el pan de cada día en el club house de cualquier equipo de beisbol.

El caso de Vaqueros Laguna no es la excepción, pues el equipo naranja va navegando en la Liga Mexicana de Beisbol aprendiendo a lidiar con el oleaje en turno, con un inicio ganador basado en los batazos, y poco a poco su pitcheo ha enderezado el rumbo para precisamente ir en busca de ese balance que le permita ser un equipo sólido. Los abridores están caminando rutas largas, mayores a cinco innings, mientras que los relevistas me han sorprendido sobre todo por el manejo de los nervios y el temple que muestran sobre la lomita en situaciones complicadas.
El nombre de este juego es el pitcheo, siempre lo he dicho y siempre lo diré, por lo que la posibilidad de que Vaqueros se mantenga en la pelea durante las próximas semanas dependerá en gran parte de que el pitcheo "se asiente", como se dice de manera popular en el argot beisbolero. Claro está, además de que el pitcheo se sostenga, Lino Rivera necesita un bateo consistente que haga las carreras necesarias para seguir sumando victorias, tarea que está realizando al buscarle acomodo al line up, haciendo movimientos para encontrar la cuadratura al círculo.
Una baja sensible es la del dominicano Ángel Berroa, quien estará fuera de circulación al menos 10 días luego del golpe que sufrió en su rodilla durante el primer juego de la serie ante los Sultanes el pasado martes. La disyuntiva para la directiva naranja radica en esperarle o sustituirle, decisión nada fácil de tomar y que siempre representa un obstáculo al tratarse de un pelotero extranjero, pues no lo puedes desactivar del roster y tienes que dar esa ventaja de jugar con un foráneo menos.
Tomando en cuenta que el equipo está bateando y que es realmente difícil encontrar a un extranjero que cubra la tercera base con efectividad y que además aporte buena productividad con el bate. Esa posición se ha batallado para cubrir en los años recientes, recordar a nombres como Fernando Tatis, Hernando Arredondo, o Jake Fox, este último quien lo estaba haciendo bien, aunque debió emigrar a las Ligas Menores en Estados Unidos, mismo caso con el cubano Ronnier Mustellier, quien terminó el año pasado como titular en la esquina caliente y rindiendo de gran forma, pero fue suspendido por dopaje.
La decisión de Lino Rivera y de los directivos radica entre aguantar al regreso de Berroa y jugársela con Sergio Palafox y Carlos González como antesalistas. Otra opción es sacrificar a alguno de los lanzadores extranjeros y buscar un tercera base foráneo para suplir esa ausencia, y la tercera opción es simplemente dar de baja al "Caballero de la Noche" para sustituirlo con otro extranjero por el resto de la temporada. ¿Usted qué haría? Yo ya lo dije, me aguantaría, pues para qué moverle a algo que no está roto. Buen fin de semana, yrecuerden disfrutar la vida, hasta que caiga el out 27.
aarguijo@elsiglodetorreon.com.mx |