De nueva cuenta, al más puro estilo de "Rocky & Bullwinkle", iniciamos esta entrega de Narración Original con más de un título en mente. Ensayamos algunos (no todos tan ingeniosos, por supuesto, pero habría lamentado dejarlos ahogarse en el tintero y no compartirlo con usted, así que, si le parece, a manera de separadores de párrafos y secciones, vamos a enunciarlos.
MONTERREY DE LOS DEPORTES, PARTE II
EMPALME, este vocablo puede ser y significar: el nombre de un puerto sonorense, netamente beisbólico y para algunos, no pocos, cuna del deporte rey; también un platillo típico del Noreste del país, consistente en dos tortillas encimadas (empalmadas) con un guiso entre ellas; así mismo, describiría la superposición de dos cosas. Este es el caso: a escasa distancia entre sí, en el Estadio Universitario -también conocido como Volcán-Tigres recibía al Club de Futbol León, en una jornada más del balompié mexicano y Sultanes hacía lo mismo con Leones de Yucatán en el Juego 1 de la Serie por el Campeonato de la LMB; la unificación de los títulos de la Zonas Norte y Sur en la denominada Serie del Rey.
La coincidencia se dio, finalmente, ante la incertidumbre de dónde y cuándo arrancarían las acciones para esta definición, dependientes y derivadas estas cuestiones por las circunstancias tanto del clima, patrocinadas por el buen Tláloc y de los abultados marcadores que se presentaron entre Diablos Rojos y Melenudos, con marcadores que serían la envidia de la naciente campaña de la NFL.
Ríos, amenazando con desbordarse, de aficionados de ambas disciplinas, batallando con el sol, la congestión vial y las prisas por llegar a tiempo a la butaca- destino.
Monterrey de los Deportes, pues, como en aquella visita de las escuadras de MLB en aquellas MEXICO SERIES y su empate temporal con los duelos definitorios de Liguilla en la patabola en ambas ramas, recordarán ustedes.
1-0 (X 2)
Uno a cero, por dos o
LEÓN, el Monte-Rey de la Selva (Deportiva)
Y es que, así, mellizos, fueron los marcadores de los encuentros de sábado y domingo, derivados de un Fantasma Gris (jugando, ¡cómo no!, con el mote de los peloteros de la Sultana): un autogol, de alguien que se presumiría refuerzo y resultó traidor y un Out en Home(!); ambas acciones -desgraciadas- ahogaron el grito jubiloso en la grada. Abochornando todavía más el ambiente.
UNO a cero, por Dos.
TIGRES, LEONES Y FANTASMAS GRISES.
Las tres Fieras y Regias entidades recorriendo y escalando montes y montañas, callejoneando entre Palacios y Volcanes que amagaban concaballerías y erupciónes.
CON ALMA, VIDA Y ... ACORDEÓN
Parafraseando al gran Toño Ñelli en sus relatos del balompié, guadalupano y nicolaíta.
Cuando la novena regia se alza con el triunfo, justo después del último Out, se dejan escuchar en el sonido local las notas del Corrido de Monterrey:
Tengo orgullo de ser del norte
Del mero San Luisito porque de a´i es Monterrey
...
Desde el cerro de la silla
Se divisa el panorama cuando empieza a anochecer
De mi tierra linda y sultana
Y que lleva por nombre, si señor
Ciudad de Monterrey
y ahora, proféticas o no, a escasos momentos, en los postres del cotejo, a punto de empatarse el compromiso, ahora reducido a ganar 3 de 5, el éxito de Don Ramón Ayala, Tragos Amargos, que en una parte reza:
Te fuiste no sé por qué
Yo sé que me querías
Y sé que me adorabas
Por si acaso quieres regresar
Te voy a esperar
Te voy a esperar
La alusión es, al mismo tiempo, clara y velada: Esperanza, literal, de un hipotetico Juego 6 y, por qué no, un Séptimo y DIFINITIVO (como pronunciara, el idolazo Héctor Espino, cuya efigie, con su Bat en alto, hacía de guardían al Trofeo Aro de Pelota que acredita como Campeones de su sector a los participantes y que se mostraba en la explanada del Mobil Super gustoso de posar para la Selfie del aficionado que así gustase retratarse con él).
Este fue el escenario, con el Cerro de la Silla, como magnífico telón de fondo, con la Luna, redonda y plateada, como el mencionado galardón exhibido, anunciaba, (porque fue un presagio, mal fario en tono rojizo) el Cero que se perpetuaría en las pizarras de ambas representaciones locales, cayendo en una sequía ofensiva similar a la que la naturaleza sumió a la entidad.
Ni hablar, "así es el beisbol", dicen quienes de saber de esto, tanto presumen; al mejor cazador se le escapa un tiro en su propia pierna (o portería) y se le va la Liebre, el Tigre, el León o cualquiera de las Fieras y Regias entidades que se desperdigaron en este safari (un verdadero Jumanji) en este ecosistema de lucha por la supervivencia y supremacía atléticas que, a no dudar, buscará,a pesar de las evidentes disparidades y circunstancias adversas (Series agotadoras en lo físico y mental, finiquitadas en un mínimo una de ellas, estirada la liga al máximo de la otra, con el consecuente desgaste y oxidación en unos y otros bandos) restaurar el equilibrio en esta revancha permanente que es el Deporte.
Ojalá la selección natural, justa y estricta como es, favorezca al que mejor encamine sus esfuerzos y muestre cabeza fría en sus decisiones.
Que el pulso no les traicione a la hora de calibrar y enfocar la mira, que el disparo sea certero, justo en el objetivo.
Quien mejor se adapte, pues.
¿Quién tendrá el reflejo para huir de la emboscada y montar un contraataque?
Solo existe una manera de averiguarlo...
Gracias, por la atención y el tiempo.
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