Por Carlos de Luna Sáenz
Mi padre empezó a llevarme a sus partidos de beisbol desde que yo tengo uso de razón, a los 7 años me ingresó a la Liga Maya y para los 10 ya era yo un buen catcher en la división correspondiente.
Habiendo nacido en 1971 ese año de 1981 fue muy importante en mi vida, los niños solemos darle mucha imnportancia al número 10 y fue también justo en ese año cuadno ocurrieron cosas muy interesantes en la cas -y en el mundo mexicano del beisbol-, compramos una videocasetera VHS, una televisión a color nueva y empezó una etapa nueva en la relación con mi padre que se estaba unidndo al "primer diario deportivo del mundo": La Afición. Así fue como quedé encargado muchas veces de ser el responsable de grabar los partidos de Fernando Valenzuela narrados por Sony Alarcón, el "mago" Septién y Antonio de Valdez, muchos de ellos quedarían -por la diferencia de horarios- grabados con anuncios en as últimas entradas y con un padre que me subiría a la cama después de dichas grabaciones.
Hago todo este preambulo para que el lector asuma, que así como yo, toda una generación de beisbolistas quedamos maravillados con ese screwball, con el jóven al que sus compañeros le echaban a perder los juegos y que se ponía a temblar cada vez que una rola a segunda tocaba el guante del "señorito Sax". Puedo asegurar sin temor a equivocarme que para toda esa generación de biesbolistas mexicanos no habría una mayor alegría que ver a Fernando Valenzuela entronizado en el "Hall of Fame", ya que en los espacios latinos ha quedado bien ganado y bien plasmado su nombre para la historia de nuestro bello deporte.
Pero, ¿Realmente merece Fernando estar en Cooperstown? ¿Cómo podemos definirlo? Bueno, para la primer pregunta tendremos un pequeño análisis y para la segunda no hay otro modo que empezar a verificar los "numritos".
Al dia de hoy hay 80 pitchers en el salón de la fama, todos ellos con una media de estancia en el beisbol ligamayorista de 18 años, Fernando tuvo 17.
De todos ellos los pitcher del salón de la fama obtuvieron una media de 6 apariciones en el Juego de Estrellas, Fernando tuvo 6.
Si odrenaramos a todos por el WAR Fernando quedaría en el lugar 71 de 81 (80 más él). y en ganados apenas estaría en el lugar 67.
Supongamos entonces el porcentaje entre ganados y perdidos, donde la media tiene 0.531 contra una media de 0.589 nuestro héroe tiene el lugar 74 de 81.
Podemos hacer entonces la suposición de que sus compañeros no fueron de mucha ayuda y varios juegos y carreras fueron anotadas por sus descuidos: Fernando ocupa el lugar 74 en el Porcentaje de Carreras Limpias Admitidas (ERA) con 3.54 ante un promedio general de este selecto grupo de exactamente 3.
Si bien el Toro tuvo un año menos que el promedio podemos suponer que en el número de juegos pudo lanzar más debido a que los calendarios se han ido agrandando con el paso del tiempo, sin embargo el está en el lugar 66 del selecto grupo con 453 contra un promedio de 610.
Valenzuela tiene el lugar 65 en juegos completos, arriba de figuras como Dennis Eckersly, Sachel Page, Babe Ruth o Rollie Fingers o Greg Maddux (aunque por lo menos dos de esta lista son relevistas y Babe Ruth fue más un jardinero que un abridor). El promedio de Juegos completos es de 243 contra 113 del de Etchouaquila.
Cy Young es el que más Innings pitchados tiene en esta lista, con 7356 contra 2930 del lugar 61 que ocupa Fernando en un universo donde el promedio de innings lanzados es de 3683; Pedro Martínez por ejemplo tiene 2827.1 para colocarse en el lugar 65 de los brillantes de nuestra lista.
El descontrol puede ser algo que no pueden tener los elegidos para este grupo, Fernando ocupa el lugar 53 entre lel grupo con 1151 pasaportes ofrecidos, siendo el promedio de los 80 1020 BB.
Pero el control también lo podemos ver con el número de ponches recetados: con 2074 Fernando se encuentra en el lugar 37, pero aún debajo del promedio de 2127.
Dejamos al lector la tabla de comparación que aquí hemos revisado (en formato ODS -Open Document Spreadsheet- de LibreOffice) para que pueda hacer las comparaciones adicionales que desee.
Pero entonces: ¿Es Fernando Valenzuela digno de estar en el Salón de la fama del Beisbol ligamayorista? La respuesta tendría que ser afirmativa, pero como diríamos en la escuela: "de panzaso"; y fue esa precisamente la raón de que no fuera elegido o siguiera en las boletas durante las votaciones de elección al recinto.
Así pues creemos loable y muy justa desde esta perspectiva la lucha que un grupo de historiadores han tomado para hacer que el Toro, ganador de un Cy Young, novato del año, cuatro veces tomado en cuenta para ser votado como MVP, ganador del bat de plata y jugador del año regrese a dichas boletas
PitchersHOF.ods
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