Aarón Arguijo G.
Una vez que llega a su fin la Serie del Caribe llegan los días más complicados del año para quienes tenemos la sana (y hermosa) costumbre de aderezar los días con el rey de los deportes. Cuando cae el out 27 en el clásico caribeño (o el out 54 en el caso de la serie de 2013 que se celebró en Hermosillo) se da por finalizado el año beisbolero, que comienza en marzo con la pretemporada de las ligas de verano (MLB y LMB, además de las otras ligas menores en Estados Unidos), continúa en septiembre – octubre con el inicio de las ligas invernales y culmina en febrero tras la Serie del Caribe.
Años atrás hemos tenido continuación de ese año beisbolero con las ediciones que se han realizado del Clásico Mundial de Béisbol, organizado por la IBAF (Federación Internacional de Béisbol Asociado) pero orquestado plenamente por la oficina del comisionado de las Ligas Mayores, quienes ponen las trabas necesarias a las grandes luminarias multimillonarias que militan en la gran carpa para que no participen por temor a que puedan lesionarse y por ende los equipos ver afectadas sus inversiones.
Este año no habrá Clásico Mundial, pero la IBAF se fajó los pantalones y tienen planeado comenzar con un evento llamado “Premier 12”, que congregará a las doce mejores selecciones nacionales según el ránking de la propia IBAF para competir por lo que puede ser denominado “el verdadero campeonato mundial de béisbol”. Este torneo se realizará cada cuatro años, dos antes del Clásico Mundial, y para este año se jugará entre el 8 y el 21 de noviembre, teniendo como sedes a Japón y Taiwán.
Para esta primera edición jugarán las selecciones de Estados Unidos, Japón, Cuba, Taiwán, Holanda, República Dominicana, Puerto Rico, Canadá, Corea del Sur, Venezuela, Italia y México, los 12 primeros lugares del mencionado ránking. Durante ediciones anteriores del Clásico Mundial hemos visto a selecciones como España, Brasil, Sudáfrica, Australia y otros que parecen no tener mucha tradición beisbolera, ahora han quedado fuera en algo que muchos verán bien, pero otros tacharán en que se atenta contra la globalización del béisbol.
Pinta bien este torneo, que comenzará una semana después de que culmine la Serie Mundial de las Ligas Mayores, por lo que parece la fecha ideal para que la Major League Baseball no ponga trabas en la participación de los mejores peloteros del mundo. Imagínense que el Barcelona no dejara a Lio Messi o el Real Madrid a Cristiano Ronaldo asistir a la copa del mundo de la FIFA. O que la NBA no hubiera dejado a Michael Jordan, Charles Barkley y todas las luminarias que formaron el “Dream Team” asistir a los olímpicos de Barcelona 1992.
Obviamente los aficionados esperamos ver a las más grandes estrellas, llámese Miguel Cabrera, Clayton Kershaw, Adrián González, Félix Hernández, representar a su país con el uniforme, la gorra y el orgullo nacional en el que será definitivamente el torneo que coronará al campeón del orbe. Sinceramente, espero se logre. Pero no sólo sincera, sino también desesperadamente, pues vaya que resulta complicado mantener la cordura en estas jornadas sin rectas quemantes y magos con guantes.
Restan poco más de 50 días para que comiencen las temporadas de las Grandes Ligas y de la Liga Mexicana, finalmente los peloteros también son humanos, y como todos, merecen descansar aunque sea algún tiempo. Por lo pronto, a encontrar alguna manera de ponerle sabor beisbolero a la existencia, a ver si convencemos al licenciado García Villa de hacer la proyección del juego perfecto de Don Larsen en la Serie Mundial de 1956, joya de la historia del béisbol mundial que “el lic”, como le conocemos, posee demostrando una vez más su excepcional afición por el deporte rey. Si se logra, ya invitaremos a los amigos aficionados. Buen fin de semana, y recuerden disfrutar la vida, hasta que caiga el out 27.
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