El 26 de Abril de 2016 -sí, hace un año, exactamente-, Clayton Kershaw fue alcanzado por un batazo de sus excompañero Dee Gordon.
Ahí cambió el rumbo del partido. Ya no se recuperó: golpeó con lanzamiento al siguiente bateador, perdió el control de sus envíos y un cañonazo de Giancarlo Stanton acabó con el cuadro y con la estampa en aquel juego.
Ayer, 25 de abril de 2017, otro batazo le golpea en la pantorrila y le produce molestias y calambres.
Evidentemente, aquello le afectó y por momentos se le vio no como el Kershaw que conocemos y acostumbramos ver, sin embargo, se repuso y fue capaz de ir mejorando y cerrar en gran forma su labor.
Su número de lanzamiento por inning fue vital para salir avante; supo mezclar bien sus disparos y aún y cuando en un par de ellos, claramente, la bola no le obedeció como quisiera, era tanto el desbalance entre los oponentes que sorteó los obstáculos.
Incluso retiró a 13 de los últimos 15 que enfrentó y su séptimo y último chocolate de la noche fue con una Curva primorosa.
David recuperó el tino de su honda contra Goliat a la hora buena; 28 fueron a la caja de bateo ante él y solo concedió 24 Bolas en sus conteos (90-66).
El DATO
con su labor de ayer
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Baja su WHIP histórico de
1.00262
a
1.00261
Sí, Una Cienmilésima.
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